I
El tren sigue su marcha
y me aleja de otro lugar,
para llevarme a otro
casi igual.
Pienso que mientras
el subcomandante Marcos
pronuncia palabras
seguramente históricas
y la lucha se desata,
los indios mueren
uno a uno,
con sus casas de palo
y en sus vientres de polvo.
Mientras,
Europa es la tierra
donde habitan los sueños
que ya nadie sueña.
II
El tren sigue marchando,
y huele a muerte de Dios.
Te veo dormir.
Blanco, todo blanco,
pálido,
casi de papel,
barbado,
hermoso
y harto de serlo.
Con piel de conquistador
como si fueses hijo
de Hernán o de cualquier otro.
Y me miro,
morena,
oliendo a tierra,
a muerte,
igual de india que los míos.
Y sé que lo sabes,
porque tú,
el hombre de al lado
aún sueñas.
El tren sigue su marcha
y me aleja de otro lugar,
para llevarme a otro
casi igual.
Pienso que mientras
el subcomandante Marcos
pronuncia palabras
seguramente históricas
y la lucha se desata,
los indios mueren
uno a uno,
con sus casas de palo
y en sus vientres de polvo.
Mientras,
Europa es la tierra
donde habitan los sueños
que ya nadie sueña.
II
El tren sigue marchando,
y huele a muerte de Dios.
Te veo dormir.
Blanco, todo blanco,
pálido,
casi de papel,
barbado,
hermoso
y harto de serlo.
Con piel de conquistador
como si fueses hijo
de Hernán o de cualquier otro.
Y me miro,
morena,
oliendo a tierra,
a muerte,
igual de india que los míos.
Y sé que lo sabes,
porque tú,
el hombre de al lado
aún sueñas.
Comentarios
encontre viejos recuerdos con tu nombre, tu no me conoces, yo solo de nombre, alguna vez escuche algo de poesia, tal vez tenia 13 años, y eras tú, el nombre no lo olvida, la escensia tal vez pero el deseo por leer fue gracias a tí, espero que sehas tu y si solo es un homonimo gracias por compartir en este blog tu sentir.
atte: sergio Villar.
vilser58@hotmail.com