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Mostrando entradas de marzo, 2009

Me dueles /Jaime Sabines

Me dueles. Mansamente, insoportablemente, me dueles. Toma mi cabeza, córtame el cuello. Nada queda de mí después de este amor. Entre los escombros de mi alma búscame, escúchame. En algún sitio mi voz, sobreviviente, llama, pide tu asombro, tu iluminado silencio. Atravesando muros, atmósferas, edades, tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto) viene desde la muerte, desde antes del primer día que despertara al mundo. ¡Qué claridad tu rostro, qué ternura de luz ensimismada, qué dibujo de miel sobre hojas de agua! Amo tus ojos, amo, amo tus ojos. Soy como el hijo de tus ojos, como una gota de tus ojos soy. Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme, del suelo, de la sombra que pisas, del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños. Levántame. Porque he caído de tus manos y quiero vivir, vivir, vivir.

Alguien viene de lejos/ Silvia Tomasa

Alguien viene de lejos a esta tierra dura y se tiende como un manojo de yerbas fluorescentes. Yo no sé lo que espera, trae un brillo en los ojos desde siempre. Es el reflejo vivo de la luna que se mete en la noche. Ahora tiene nombre. ¿Qué se traerá entre manos? Porque no es la antítesis del niño que se entretiene jugando a las canicas, más bien se le parece. No hay sombra que lo alcance. No hay golondrina alguna que lo olvide después de haberle visto tocar el infinito. Se fue con el momento más alto, en el sinfín del trago, a la hora precisa, cuando el toque de queda anochece las calles. ¿Qué buscaba, qué hacía aquí, caminando como una estrella desprendida que azota el pavimento? De este lado no hay playa donde mezca su sueño, queda lejos del mar. Cayó en la densidad profunda del camino. Es un niño con alas, no se rinde con él los máuseres pierden el sentido. Ojalá regresara alguna tarde a pastorear el tiempo, bajo este cielo de palomas grises. Ojalá pudiera darle a su regreso uva par

Círculo de calma/ Efraín Bartolomé

Con un callado golpe de alas negras se mete al pensamiento Después arropa con su aliento tibio Nos rasca la cabeza con amorosas manos Nos tiende brazos cálidos sobre la cama dura Es cuestión de dormir Entrar al sueño con el pie derecho Palpar los muslos de agua o de ceniza de esta amiga reciente sin rencor y sin miedo Y sin ninguna prisa. * Es cosa de comer amar dormir Es el diario latir de lo imprevisto La ciega interrupción La faz de piedra de la vida monótona vacía Es la mujer que amamos tan odiada Tan paloma tan vista tan sentida Tan tigre tan serpiente tan sin vida Tan perra tan maldita tan deseada. * Es la mujer pasándonos encima como nos pasa el mar Como pasa ese viento: ese ínfimo huracán por los cabellos Cómo pasa con callado temblor por las tímidas canas de los veinti