CARTAS DESDE BONAMPAK Para Balam, mi hijo 1 Llueve. Llueve desde hace días. Hoy desperté con una sensación de tibia soledad. Desde mi hamaca escucho el chasquido parejo de la lluvia. Días atrás los chicleros mataron un gran tigre: me dolió, pero me gustaría llevarme la piel para que en ella duermas. Ayer salí a caminar bajo la lluvia en ruinas: algún día estaremos paseando entre estos árboles, contemplando estas piedras. La lluvia hace sentir un aire tembloroso que llega hasta los huesos, y se va por segundos y regresa, más callado que antes todavía. Doy gracias a la lluvia. Gracias a la mañana que avanza con paso sigiloso. Gracias al jaguar que dejó su huella sobre la tierra blanda de la selva. Gracias a mi hamaca compañera, al cielo desatado, a mi memoria niña de siete meses que arranca desde tu primer día. 2 Viene la noche pariendo niebla Soplando lenguas de líquido dolor Viene la lluvia pasos de tigrillo Viene la noche tapir ciego Viene el hambre p
en la luz primera guardé mi voz