Ir al contenido principal

Con Diez Años De Menos / Silvio Rodríguez

Si fuera diez años
más joven, qué feliz
y qué descamisado
el tono de decir:
cada palabra
desatando un temporal
y enloqueciendo
la etiqueta ocasional.

Los años son, pues,
mi mordaza, oh mujer;
sé demasiado
me convierto en mi saber.
Quisiera haberte
conocido años atrás
para sacar chispas
del agua que me das,
para empuñar la alevosía
y el candor
y saber olvidar mejor.

Esta mujer propone
que salte y me estrelle
contra un muro de piedras
que alza en el cielo.
Y como combustible
me llena de anhelos,
de besos sin promesa
y sentencias sin leyes.

Esta mujer propone
un pacto que selle
la tierra con el viento,
la luz con la sombra.
Invoca los misterios
del tiempo y me nombra.
Esta mujer propone
que salte y me estrelle
sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
solo y no olvidarle.

Con diez años de menos,
no habría esperado
por sus proposiciones
y hubiera corrido
como una fiera al lecho
en que nos conocimos,
impúdico y sangriento,
divino y alado.

Con diez años de menos,
habría blasfemado
con savia de su cuerpo
quemaría los templos
para que los cobardes
tomaran ejemplo.
Con diez años de menos,
hubiera matado
sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
solo y no olvidarle.
Sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
solo y no olvidarle.

Comentarios

Entradas populares de este blog

OTRA CARTA /JAIME SABINES

Siempre estás a mi lado y yo te lo agradezco. Cuando la cólera me muerde, o cuando estoy triste -untado con el bálsamo para la tristeza como para morirme- apareces distante, intocable, junto a mí. Me miras como a un niño y se me olvida todo y ya sólo te quiero alegre, dolorosamente. He pensado en la duración de Dios, en la manteca y el azufre de la locura, en todo lo que he podido mirar en mis breves días. Tú eres como la leche del mundo. Te conozco, estás siempre a mi lado más que yo mismo. ¿Qué puedo darte sino el cielo? Recuerdo que los poetas han llamado a la luna con mil nombres -medalla, ojos de Dios, globo de plata, moneda de miel, mujer, gota de aire- pero la luna está en el cielo y sólo es luna, inagotable, milagrosa como tú. Yo quiero llorar a veces furiosamente porque no sé qué, por algo, porque no es posible poseerte, poseer nada, dejar de estar solo. Con la alegría que da hacer un poema, o con la ternura que en las manos de los abuelos tiembla, te aproximas a mí y me const...

Fiesta en el vacío / Alejandra Pizarnik *

Como el viento sin alas encerrado en mis ojos es la llamada de la muerte. Sólo un ángel me enlazará al sol. Dónde el ángel, dónde su palabra. Oh perforar con vino la suave necesidad de ser. * Tomado de Poesía completa (1955 - 1972) del libro "Las aventuras perdidas" en https://drive.google.com/file/d/1hJ6HpbYho3WdwIFMGDV4p3GyvPvjQOAj/view?fbclid=IwAR1WZLO6GcggPNzJlqoGDKis2ZfuhS0OzL7oQxqwyHkJVJPUTiWqVf5Qltg

GRAVITACIÓN / JUAN JOSÉ ARREOLA

Los abismos atraen. Yo vivo a la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondilantes en su lecho de reptiles. ¿De qué se nutre mi contemplación voraz? Veo el abismo y tú yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelación. Nada que se parezca al brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada. Narciso repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vértigo desvía los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van. Yo sigo a la orilla, ensimismado, Muchos seres se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfacción, Atraído por el abismo, vivo la melancólica certeza de que no voy a caer nunca.